Productores de gas natural enfrentan desafío de costos ante menores precios de las energías renovables

El nuevo escenario ha llevando a reescribir contratos de suministro, construir terminales móviles de gas natural licuado y tomar medidas más simples como arreglar tuberías con fugas.

Miércoles, 11 de julio 2018

(La Tercera) La industria del gas natural tiene la misión de demostrar que puede seguirle el ritmo al sector de la energía verde, cuyas reducciones de precios comienzan a convertirse en una amenaza competitiva para los combustibles fósiles.

 

Los productores de gas y petróleo han recortado los gastos generales en un tercio desde 2014 y ahora tienen más dificultades para realizar reducciones más profundas, según la consultora de energía Wood Mackenzie. Eso los está llevando a reescribir contratos de suministro, construir terminales móviles de gas natural licuado y tomar medidas más simples como arreglar tuberías con fugas.

 

“Se trata de obtener energía asequible”, dijo Jens Okland, vicepresidente ejecutivo de marketing, midstream —licuefacción, transporte y almacenamiento— y procesamiento de Equinor ASA, la empresa de energía más grande de Noruega. “Muchos de estos proyectos de GNL son enormes. Es muy sencillo, hay que abaratarlos”, añadió.

 

Necesidad

 

Mantener el precio del gas a valores accesibles es un ingrediente fundamental de la campaña mundial para pasar a formas de energía menos contaminantes, ya que los generadores de energía a gas pueden encenderse y apagarse rápidamente, lo que ayuda a suavizar las fluctuaciones en el suministro proveniente de parques eólicos y solares. Sus costos deben caer en tanto turbinas eólicas y paneles solares más baratos hacen que las concesionarias de energía eléctrica usen menos sus centrales eléctricas tradicionales más costosas.

 

Y el gas tiene mucha competencia incluso desde antes de la expansión de las energías renovables. Por ejemplo, para competir con el carbón en Asia, las importaciones de gas deben llegar allí a unos US$4 a US$6 por millón de unidades térmicas británicas. Eso equivale a aproximadamente la mitad del costo de los contratos informados, según International Gas Union, una organización de presión comercial. En Alemania, la energía solar y eólica en tierra ya es comparable al gas según el valor de la electricidad que generan los activos a lo largo de su vida útil, según muestran datos de Bloomberg New Energy Finance.

 

Las expectativas sobre los costos ya están influyendo en la política energética a medida que los gobiernos deciden cómo hacer equilibrio entre las necesidades de suministro y lo que los votantes están dispuestos a pagar. El consejero británico de cambio climático dijo el mes pasado que el Reino Unido podría tener que quintuplicar las plantas a gas para 2050 para garantizar la capacidad energética, un pronóstico que sugiere una necesidad de más inversión en un momento en que los políticos presionan para que las concesionarias bajen sus facturas a los consumidores.

 

Los ejecutivos de los productores de gas confían en que conservarán una parte importante del negocio de generación de electricidad. Hasta ahora, ninguna batería o tecnología de almacenamiento proporciona la capacidad de estabilización de la red que tiene el gas, dijo De la Rey Venter, vicepresidente ejecutivo de Shell para emprendimientos integrados de gas, en entrevista desde Washington. “En el futuro inmediato, podemos apostar al gas”, indicó.